Historia:
Descubierta el 11 de noviembre de 1493 por Cristóbal Colón, durante su segundo viaje, Saint Martindebe el nombre al día de su santo. Este descubrimiento no cambió nada para la isla, la que a pesar de su nuevo nombre, no pareció interesar a nadie hasta 1626, cuando un grupo de holandeses y franceses vino a establecerse.
Los holandeses se apoderaron de la parte sur de la isla, con las salinas que se convertirían en Philipsburg; los franceses ocuparon la parte norte, donde se dedicaron a la agricultura. Cuando los gobiernos holandés y francés deciden ocupar la isla, se ponen de acuerdo para ratificar oficialmente la situación de común acuerdo y de cooperación que el pueblo supo instaurar: el tratado de 1648 se firmó entre las dos naciones y así nació el territorio más pequeño del mundo compartido por dos naciones.
De norte a sur, una cadena de colinas termina en el Pic Paradis, 424 m, formando la columna vertebral de San Martín.
La costa, muy accidentada, ofrece más de treinta playas, desde la más pequeña (La Playa "des Amoureux") hasta la más grande (Long Beach) y dos puertos, Philipsburg y Marigot.
Las ensenadas accesibles en barco de recreo son numerosas y a menudo bien equipadas, como Oyster en e! este o la ensenada Maree! al norte.
La costa Atlántica “del lado del viento” está sometida a la acción de las olas de altamar y a los vientos alisios que soplan regular y casi constantemente todo el año, para satisfacción de quienes conducen veleros o planchas a vela.
La vegetación de ese lado de la isla es más seca y heterogénea. La costa Caribe está al abrigo de! viento y las olas son menos potentes en tiempo normal, las playas son más numerosas y la vegetación más exuberante.
Clima:
Saint Martin es una isla primordialmente seca en la que aunque llueve seguido, en algunos años no cae ni una gota de lluvia durante meses. Según la estación las lluvias son diferentes: muy cortas, localizadas y frecuentes en invierno; generalmente más largas, abundantes y menos frecuentes en verano.
Los sitios más irrigados por cierto son las colinas del centro de la isla puesto que las nubes bajas atraviesan las cimas a ras. Aun ocurre que durante la visita a Pic Paradis, uno se halle como" en las nubes"
Cualquiera que sea la estación, todas las playas son bien venteadas y nunca se siente demasiado calor, esto hace olvidar que se está por debajo del trópico y que el sol es más ardiente aquí que bajo otras latitudes. Aceites o lociones solares son indispensables para quienes quieran tener una estadía de ensueño.
La fauna y la flora:
La fauna y la flora de Saint Martin son típicas de esa región y de su clima. Las diferentes lagunas están rodeadas de manglares cuyas raíces aéreas se entrelazan formando el nido de varias especies de animales marinos y terrestres.
Los cangrejos terrestres de todas las edades vienen allí para alimentarse. Hasta el momento junto con las aves zancudas, constituyen el peor enemigo de esta joven población.
Si las raíces sirven de albergue a criaturas marinas y a anfibios, los ramajes albergan el nido de numerosas aves zancudas, copetes, garzas, golondrinas, etc y sirven a veces de etapa a los pelícanos. Sobre la costa este y en el flanco de las colinas áridas, numerosas especies de cactáceas han elegido su morada en terrenos pedregosos. Entre los más corrientes, el Candelabro, el "tete a I'anglais" y el Yuca.
A veces al acercarse a un candelabro de varias ramas, en medio se halla el nido de un ave familiar, "el azucarero", pajarito amarillo y negro que viene a la hora del desayuno a robar algunos granos de azúcar o a sumergir su cabeza en el frasco de la mermelada. Al borde de numerosas playas, los almendros y las uvas de mar son árboles alterados que extienden sus ramificaciones lejos, son excelente albergue de sombra para cuando el sol está muy fuerte.
El árbol simbólico del trópico, el Ceibo, es común en muchos jardines, y se encuentra aquí en dos colores, rojo-anaranjado y amarillo. Muchos jardines se ornamentan con Buganvillas multicolores y con Majaguas, los preferidos por los colibríes. Otro arbusto de las Antillas sirve seguido de cerca: el Crotón de hojas veteadas multicolores.
En varios sitios del campo, por aquí y por allá, se encuentran matorrales de algodón o de Ricino silvestre, últimos vestigios de épocas en las que constituían un recurso económico. Igualmente en el flanco de la colina, el espesor del bosque impide a veces el reconocimiento de árboles de mango, aguacate o de pan, todos descendientes de árboles plantados por el hombre en plantaciones hoy abandonadas, donde la naturaleza recuperó sus derechos.
Los caminos campestres permiten a veces percibir un huésped muy veloz y difícil de identificar: la Mangosta, que importada de la India para eliminar las ratas, se aclimató muy bien y subsiste en diversos sitios.
Estos comedores de serpientes parecen soportar bien la ausencia de este tipo de reptil en la isla y se tienen que contentar con las diferentes especies de lagartijas, las cuales no faltan en ningún sector de la isla. Otra clase de reptil, espectacular cuando uno tiene la suerte de verlo (muy rara vez!): la iguana, de color verde limón cuando es joven y más oscuro tirando a marrón en la edad adulta.
Si acaso se encuentran durante su paseo con un árbol cuyas hojas se parecen a las de un manzano y las frutas a pequeñas manzanas, no se acerquen. Ese árbol venenoso que no es frecuente encontrar en la isla, afortunadamente, puede causar quemaduras graves por simple contacto o si el agua chorrea de sus hojas. Es el manceliniar.
Población:
Para ser una isla tan pequeña, Saint Martin ofrece una diversidad de población probablemente única en el mundo. Efectivamente, más de setenta nacionalidades diferentes, venidas de todos los continentes, han sido censadas.
Luego de haber sido ocupada por los Arauacos durante muchos siglos, Saint Martin duró abandonada durante algún tiempo, hasta la llegada e instalación de los primeros colonos holandeses y franceses.
Hacia finales del siglo XVII, un gobernador francés, con el fin de aumentar la población, decide abrir la parte francesa a la colonización, ofreciendo tierras a las familias que desearan venir a instalarse. Esta solución permitió aumentar y sobre todo estabilizar la población gracias a la llegada de numerosas familias inglesas provenientes de las islas circundantes, cada una con algunos esclavos de origen africano.
Esta nueva población se convirtió rápidamente en mayoritaria e impuso su idioma en toda la isla, razón por la que Saint Martin es hoy de habla inglesa.
Gastronomía:
Saint Martin cuenta actualmente con más de 300 restaurantes en su territorio y se ha impuesto, desde hace varios años, como el gran sitio gastronómico de las Antillas.
Este glorioso título, adquirido a lo largo de los años, la isla lo debe primero que todo a su hospitalidad. Tierra de acogida por excelencia, cuenta ahora con más de setenta nacionalidades entre su población, cada una ha traído con ella sus costumbres y sus tradiciones culinarias.
A lo largo de generaciones, esos aportes sucesivos se han extendido hacia afuera de la comunidad original, enriqueciendo el patrimonio gastronómico de todos.
Los grandes "chefs" que han forjado la reputación de la cocina de San Martín, herederos de una tradición culinaria" clásica", han sabido hacer con talento, la mezcla entre esa tradición y los múltiples recursos locales, dando a su cocina una dimensión suplementaria, esa de sabores y de aromas criollos.
Desde el lujo de las grandes mesas hasta el exotismo caluroso de "lolos", pasando por toda clase de restaurantes "étnicos" el visitante no tendrá la dificultad sino de escoger, siempre seguro de una experiencia culinaria de primera categoría.
Las playas:
Las costas accidentadas de Saint Martin desbordan de playas, playas de todos los tamaños y estilos, desde la más pequeña, la "des amoureux" al norte de Marigot hasta la más grande, Baie Longue, desde la más desierta, Petites Cayeste entre Anse Marcel y Cul-de-Sac hasta la más popular, la Baie Oriental. Entre las más célebres:
- Baie Orientale, grande y muy hermosa, es la playa a la moda. Actualmente muy desarrollada, está rodeada de bares y restaurantes. Hace algunos años esta isla era de dominio casi exclusivo de un club naturista instalado al extremo sur. Allí es fácil la práctica de deportes acuáticos y de playa. Algunos la llaman" Saint Tropez" de las Antillas.
- Baie Rouge, al este de Marigot, después de la Baie Nettlé, es una gran playa que ofrece a los buceadores hermosos fondos en e! extremo oeste, cerca del " Trou de David".
- L'Anse Marcel, hermosa playa acondicionada cerca de! hotel "L'Habitation" y de! centro comercial.
- La Baie de Grande Case, rodeada de terrazas, de restaurantes y de "Iolos, es una hermosa playa frente a la vecina isla "Anguille". Esta se extiende a todo lo largo de la Grand Case.
- Baie Longue, como su nombre lo indica es la playa más larga de la isla. Situada en Terres Basses, está rodeada en parte por e! hotel La Samanna. Al otro extremo, un agradable paseo permite el acceso a otra hermosa playa, Baie aux Prunes.
- Cupecoy, en la parte holandesa de Terres Basses, es una sucesión de pequeñas playas situadas al pie de un acantilado alto excavado por pequeñas cavernas. A veces, como en la Baie Oriental, el porte de vestido de baño es facultativo.
- Mullet Bay Beach, está rodeada por un campo de golf y completamente bordeada de una cadena hotelera desocupada. Esta hermosa playa es frecuentada por los practicantes de surf.
- Maho Bay, al extremo de la pista de aterrizaje del aeropuerto, esta playa ofrece emociones fuertes a la llegada de un 747.
El carnaval de Saint Martin:
En Saint Martin, como en muchas otras islas antillesas, la fiesta tradicional más importante es el Carnaval. Pero aquí, esa fiesta cobra mayor importancia que en otras partes, puesto que su celebración es doble: una en cada lado de la isla.
En el lado francés el Carnaval se celebra en la fecha tradicional del martes de carnaval (Mardi Gras) en el mes de febrero. Durante una semana es un festival de música, color y buen humor : desfiles y comparsas en el día, grandes fiestas sonoras en la noche, hasta la muerte de Vaval la noche que precede la cuaresma. Más tradicional que la del lado holandés, la fiesta francesa no tiene el mismo resplandor. En Philipsburg esta fiesta se celebra desde hace unos treinta años, peto dura todo el mes de abril: comienza con el cumpleaños de la reina y termina después del Día del Trabajo.
En el polder de la gran salina, se estableció un pueblito de Carnaval del que depende la vida de la isla a lo largo de las festividades. El gran desfile, digno de Rio o de Nueva Orleans, con sus carrozas rodeadas de grupos vestidos con disfraces extravagantes, hechos con velos transparentes, plumas de mil colores, es un espectáculo inolvidable. Claro está que aquí también reinan la música y el baile.
Otra celebración tradicional, histórico-política, es la de San Martín, el 11 de noviembre. El sitio relevante de esa manifestación es el monumento en la frontera Union Road Bellevue. Si esta fecha no es ocasión de grandes festejos populares, no significa que sea menos importante, ella manifiesta la unidad de la isla y renueva los compromisos de cooperación entre las dos naciones.
La regata Heineken:
De carácter deportivo, al menos durante el día, la regata Heineken se ha convertido en una tradición en San Martín. Es una competencia de reputación mundial que atrae a los más importantes personajes de la vela internacional, esta regata tiene lugar el primer fin de semana de marzo y exhibe tres días de reñida lucha entre los concursantes serios (que se disputan puntos a nivel mundial) y tres días con sus noches de fiesta para los demás.
Más de doscientos barcos de todas las categorías imaginables se enfrentan. Aun para los observadores menos marinos, es un espectáculo mágico el ver tantos veleros de rodas las formas y colores en el horizonte.
La influencia americana sobte Saint Martin se deja sentir cuando la época de navidad aproxima. Desde principios de diciembre, comienza la decoración de casas y jardines con abundantes guirnaldas luminosas que ofrecen un espectáculo encantador al anochecer.
En algunos barrios parece que esa tradición se carga de un espíritu de competición. De hecho, esto no importa mucho, puesto que el ganador es seguramente el transeúnte que disfruta de las magníficas y variadas composiciones que le son ofrecidas a su paso.
Calendario de eventos:Febrero:
- Carnaval
- Festival de jazz de Neville York Marzo:
- Regata Heineken
- Alrededor de la isla, "Car and Windsurf meet"
- Festival de jazz de Neville York Junio
- Torneo de pesca
- Fiesta de la música
- Semana cinematográfica
Diciembre: - Comparsas de Navidad
- Concurso de las mejores decoraciones navideñas
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